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1. Repercutir el IVA: Cuando un autónomo emite una factura por la prestación de servicios, debe añadir el IVA correspondiente al precio de venta. Este IVA repercutido se cobra al cliente y se desglosa en la factura, mostrando el importe antes de impuestos, el tipo de IVA aplicado (generalmente el 21%, aunque puede ser del 10% o del 4% según el producto o servicio), y el importe total incluyendo el IVA.
2. Liquidación del IVA: Trimestralmente, los autónomos deben presentar una declaración de IVA (modelo 303) a la Agencia Tributaria. En esta declaración, se resta el IVA soportado (el pagado en las compras) del IVA repercutido (el cobrado en las ventas).
- Si el IVA repercutido es mayor que el soportado, se deberá pagar la diferencia a la Agencia Tributaria.
- Si el IVA soportado es mayor que el repercutido, se puede solicitar la devolución de la diferencia o compensarla en futuras declaraciones.
- Modelo 303: Se presenta trimestralmente y es el formulario mediante el cual se liquida el IVA.
- Modelo 390: Es una declaración resumen anual de todas las operaciones sujetas a IVA realizadas durante el año. Se presenta en enero del año siguiente al ejercicio fiscal.
- Tipo general (21%): La mayoría de bienes y servicios.
- Tipo reducido (10%): Productos alimenticios, servicios de transporte, hostelería, etc.
- Tipo superreducido (4%): Productos de primera necesidad como pan, leche, libros, medicamentos, etc.